Lapo Mental 999

Si el 1.000 acaba siendo el último (todo puede ser), este sería el penúltimo y por ello merece un respeto. La gente es muy de números redondos y siempre se olvida de sus hermanos no tan redondos. El 999, si lo pensáis, es incluso más bello. Tres nueves son estéticamente más completos que un uno y tres ceros. Pensadlo un poco (no demasiado, tampoco es para hacer una tesis). ¿No tengo razón?

999 hermanas salieron de la colmena, enfadadas instintivamente, que es un enfado mucho más desbocado que el racional, listas para dejarse la vida en la defensa de su mundo y de su reina. 999 amarinegras hermanas que agitaron sus alas transparentes y que se abalanzaron sobre el enorme ser que, torpemente, se había metido donde no le llamaban y así se había ganado la venganza de tan extensa y bien avenida familia. Mientras las 999 hermanas se dejaban la vida, mártires olvidadas en el mismo momento de su muerte, la número 1.000, la gorda y aristocrática madre, huía con su harén en busca de un lugar más seguro, exudando miedo, pensando en el fondo de su minúsculo cerebro que muy pronto tendría que traer al mundo otro casi millar de hermanas para sustituir a las sacrificadas.

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